Metástasis pulmonares: Concepto, diagnóstico y aproximación quirúrgica

PATOGENIA

La mayor parte de las metástasis pulmonares llegan por vía hematógena y para que se inicie el fenómeno clínico de la metastatización, las células tumorales deben desprenderse del tumor original y atravesar la barrera formada por la membrana basal (MB) epitelial y endotelial. Es preciso en primer lugar que se pongan en contacto con la MB requiriendo la presencia de unas glicoproteinas de anclaje, actuando como mediadores diversos receptores de superficie de la célula tumoral. Posteriormente se va a producir la liberación de unas proteinasas y colagenasas por parte de las células neoplásicas que van a ocasionar la ruptura de la MB y su paso a la circulación general.

La migración de las células por el torrente sanguíneo se va ver facilitado por la liberación de un factor de motilidad, la autotaxina. Los mecanismos inmunológicos van a destruir la mayor parte de las células tumorales, sobreviviendo mejor los agregados tumorales recubiertos de plaquetas, que actúan como escudos de protección. Cuando llegan al pulmón generalmente por vía de la arteria pulmonar aunque también lo pueden hacer por las arterias bronquiales tienen que fijarse al endotelio vascular, fundamentalmente a nivel capilar.

Es importante la adhesión de las células tumorales a las células endoteliales pulmonares para que el proceso de la metastatización sea posible, esta acción se encuentra modulada por la acción de unos ácidos grasos y facilitada por la trombina. Tras la adhesión inicial se produce un depósito de plaquetas y fibrina que va a facilitar la fijación y tras la liberación de enzimas proteolíticas que rompen la MB van a pasar al intersticio pulmonar arrastrando células endoteliales que van a ser capaces de formar neovasos capaces de nutrir el tumor (neoangiogénesis).

La formación de metástasis pulmonares es multifactorial por un lado dependiente del tumor original y del órgano diana, el pulmón en este caso, así como de otros factores genéticos no muy bien conocidos, tales como la activación de genes favorecedores de la metastatización o bien la inactivación de genes que la impiden.

En el 6-8 % de los pacientes, la vía de diseminación es la linfática, invadiendo las células tumorales los canales linfáticos intersticiales del pulmón, pudiendo llegar hasta las estaciones ganglionares hiliares o mediastínicas.

Una vía rara de diseminación es la aerógena, observada en casos de carcinomas brocogénicos y particularmente de la variedad bronquioloalveolar.

Prácticamente todos los tumores malignos del organismo son capaces de metastatizar en el pulmón encontrándose:

  • Carcinomas: de origen colorectal, faringe, mama, riñón, vejiga, tiroides.
  • Sarcomas óseos.
  • Sarcomas de partes blandas.
  • Tumores de células germinales seminomatosos o no seminomatosos.
  • Tumores trofoblásticos.
  • Melanomas.

Si bien cabría pensar en la igualdad de los patrones histológicos del tumor primario y de la metástasis esto no siempre es así, describiéndose múltiples casos de diferencias celulares explicadas por la heterogeneidad celular del tumor original, pudiéndose formar durante la migración tumoral subpoblaciones de células neoplásicas especializadas.

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