The Clinical Course of Patients with Idiopathic Pulmonary Fibrosis
Fernando J. Martinez, MD; Sharon Safrin, MD; Derek Weycker, PhD; Karen M. Starko, MD; Williamson Z. Bradford, MD, PhD; Talmadge E. King, Jr, MD; Kevin R. Flaherty, MD; David A. Schwartz, MD; Paul W. Noble, MD; Ganesh Raghu, MD; Kevin K. Brown, MD, for the IPF Study Group*.
Ann Intern Med 2005; Volume 142 Issue 12 (Part 1) | Pages 963-967.
Background: Prospective data defining the clinical course in idiopathic pulmonary fibrosis (IPF) are sparse.
Objective: To analyze the clinical course of patients with mild to moderate IPF.
Design: Analysis of data from the placebo group of a randomized, controlled trial evaluating interferon- 1b.
Setting: Academic and community medical centers.
Patients: 168 patients in the placebo group of a trial evaluating interferon-g1b.
Measurements: Measures of physiology and dyspnea assessed at 12-week intervals; hospitalizations; and the pace of deterioration and cause of death over a median period of 76 weeks.
Results: Physiologic variables changed minimally during the study. However, 23% of patients required hospitalization for a respiratory disorder and 21% died. Idiopathic pulmonary fibrosis was the primary cause of death in 89% of patients who died, and an apparent acute clinical deterioration preceded death in 47% of these patients.
Limitations: The instrument used to define the pace of deterioration and cause of death was applied retrospectively.
Conclusions: Recognition of the common occurrence of acute fatal deterioration in patients with mild to moderate IPF has important implications for monitoring patients and supports early referral for lung transplantation.
COMENTARIO:
Este estudio es un subproducto del decepcionante (en cuanto a sus resultados) ensayo clínico sobre la efectividad del interferon-g1b en el tratamiento de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) publicado por Raghu y cols el año pasado (N Engl J Med 2004) y ya comentado en esta misma sección por el Dr Baloira. Lo que hacen Martínez y el resto de firmantes es «exprimir» los resultados del grupo que fue tratado con placebo para conocer algo más acerca de la historia natural de la enfermedad. Este grupo estaba formado por 168 pacientes diagnosticados de FPI de acuerdo con los criterios de la ATS, aunque en el 58% de ellos se llevó a cabo una biopsia quirúrgica que comprobó la existencia de una NIU. La posibilidad de que se hayan «colado» enfermos con neumonía intersticial no específica se ve disminuida por la imposición de un criterio de inclusión: ausencia objetiva de respuesta al tratamiento corticoideo. Los pacientes fueron incluidos en el estudio 378 días (media) después del diagnóstico. La media de la FVC fue de 64.5%. El período medio de seguimiento fue de 76 semanas. La mortalidad observada fue del 21%, en casi todos los casos atribuible a la FPI. Aproximadamente el 35% de los pacientes precisó ingreso durante el período de estudio. La función pulmonar varió muy poco durante este tiempo. La muerte ocurrió en la mitad de los casos por deterioro agudo (<1 mes) de la enfermedad y, en el resto de los casos, por empeoramiento subagudo. En pocos casos (4) se atribuyó el fallecimiento a una complicación infecciosa, posiblemente porque el tratamiento inmunosupresor no era agresivo en esta población (el 82% recibían < 15 mg/día de prednisona y sólo 2 estaban siendo medicados con azatioprina).
En definitiva, este estudio ratifica algo que ya conocíamos con anterioridad:
- La FPI es una enfermedad con mal pronóstico y una mortalidad elevada, que posiblemente ronde el 50% a los 5 años.
- Los pacientes, cuando no desarrollan efectos adversos de la medicación, fallecen de una rápida progresión de la FPI después de un período más o menos prolongado de estabilidad funcional. Esto ya había sido observado por otros autores (Ambrosini et al. Eur Respir J 2003; Molina-Molina et al ; Med Clin 2003) que coinciden en señalar que, en ese momento, se aprecia la aparición de opacidades difusas en la radiografía de tórax, una hipoxemia progresiva y el desarrollo de una insuficiencia respiratoria en ausencia de diagnósticos alternativos. El patrón histológico subyacente es diferente al de NIU y es compatible con un daño alveolar difuso. La mortalidad de esta complicación es del 100% y el único tratamiento posible es el trasplante pulmonar. De ahí la importancia de que los potenciales candidatos estén incorporados de forma prematura en una lista de espera.