Actividad física y asma
El ejercicio y el asma son dos hechos muy relacionados entre sí, de tal forma que prácticamente todos los asmáticos (no controlados) presentan síntomas de su enfermedad respiratoria cuando realizan ejercicio. Las personas jóvenes pueden, incluso, manifestar síntomas de asma únicamente durante o después del ejercicio. En la actualidad se dispone de medicamentos muy útiles para el tratamiento de esta modalidad de asma y está desaconsejado prohibir el ejercicio a los pacientes (en muchos casos niños). Simplemente se debe consultar qué pauta de actuación es la adecuada en cada caso. La historia de las Olimpiadas está llena de medallistas que habían padecido asma desde la infancia.