European position statement on lung cancer screening.

Oudkerk M1, Devaraj A2, Vliegenthart R1, Henzler T3, Prosch H4, Heussel CP5, Bastarrika G6, Sverzellati N7, Mascalchi M8, Delorme S9, Baldwin DR10, Callister ME11, Becker N12, Heuvelmans MA1, Rzyman W13, Infante MV14, Pastorino U15, Pedersen JH16, Paci E17, Duffy SW18, de Koning H19, Field JK20. Lancet Oncol. 2017 Dec;18(12):e754-e766. doi: 10.1016/S1470-2045(17)30861-6.

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Abstract

Lung cancer screening with low-dose CT can save lives. This European Union (EU) position statement presents the available evidence and the major issues that need to be addressed to ensure the successful implementation of low-dose CT lung cancer screening in Europe. This statement identified specific actions required by the European lung cancer screening community to adopt before the implementation of low-dose CT lung cancer screening. This position statement recommends the following actions: a risk stratification approach should be used for future lung cancer low-dose CT programmes; that individuals who enter screening programmes should be provided with information on the benefits and harms of screening, and smoking cessation should be offered to all current smokers; that management of detected solid nodules should use semi-automatically measured volume and volume-doubling time; that national quality assurance boards should be set up to oversee technical standards; that a lung nodule management pathway should be established and incorporated into clinical practice with a tailored screening approach; that non-calcified baseline lung nodules greater than 300 mm3, and new lung nodules greater than 200 mm3, should be managed in multidisciplinary teams according to this EU position statement recommendations to ensure that patients receive the most appropriate treatment; and planning for implementation of low-dose CT screening should start throughout Europe as soon as possible. European countries need to set a timeline for implementing lung cancer screening.

PMID:

29208441

DOI:

10.1016/S1470-2045(17)30861-6

COMENTARIOS (Revisor Dr. Carlos Vilariño)

Este informe de posicionamiento de la Unión Europea presenta la evidencia disponible y los aspectos más relevantes para la implementación exitosa de un programa de cribado de cáncer de pulmón en Europa. Se establece la necesidad de implementar estos programas en los próximos 18 meses y se marcan las pautas recomendadas para ello, con 9 recomendaciones:

  • La TC de baja dosis es la única exploración avalada para realizar el cribado. Aunque estamos pendientes de los resultados de varios estudios, aconsejan la elaboración de un plan para llegar a aplicarlo.
  • Se debe incluir en el cribado a los individuos con un riesgo lo suficientemente elevado de cáncer de pulmón. En el futuro, probablemente se utilicen biomarcadores y marcadores genéticos para establecer este riesgo.
  • Es fundamental informar adecuadamente a los individuos antes de entrar en estos programas, siendo ellos mismos los que acepten o no su inclusión. También se recomienda incorporar un plan de tratamiento del tabaquismo para estas personas.
  • Para valorar el posible crecimiento de las lesiones encontradas, se deberían usar medidas de volumen semi-automáticas de los nódulos, así como el tiempo de duplicación de volumen. Y todo ello, siguiendo los correspondientes estándares de calidad.
  • Estos programas de cribado deben cumplir estrictos criterios de calidad (mediciones, criterios diagnósticos, nivel de radiación,…)
  • Se deben seguir protocolos específicos para los nódulos detectados en estas exploraciones.
  • También se puede platear la modificación de los intervalos entre una TC y otra, en función del riesgo y de los hallazgos de la primera TC de cribado.
  • Se recomienda el abordaje multidisciplinar de los nódulos encontrados.
  • El informe recomienda la implementación de estos programas en Europa porque salva vidas

 

Estos programas suponen un gran reto para las administraciones sanitarias de cada país. Implica un coste muy importante, no sólo por la realización de los estudios de TC, sino también por la selección de la población de riesgo. Probablemente se necesite una búsqueda activa de los casos susceptibles de ser incluidos. Como indica el informe, será fundamental la imbricación del cribado con programas de tratamiento del tabaquismo, incluso para pacientes que rechacen su participación en el screening. Y también se deberán establecer protocolos de manejo de las lesión encontradas en los estudios, con equipos multidisciplinares. Estos protocolos probablemente serán distintos de los utilizados para las lesiones que se diagnostican en la práctica clínica habitual.

En cualquier caso, todo ello supondrá una importante sobrecarga para unos sistemas sanitarios, con claros problemas para asumir las necesidades actuales. Y se necesitará una cuidadosa planificación.

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