Jara-Palomares L1, Otero R2, Jimenez D3, Carrier M4, Tzoran I5, Brenner B5, et al
Chest. 2017;151:564-571
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Abstract
BACKGROUND:
The benefits of a diagnostic workup for occult cancer in patients with VTE are controversial. Our aim was to provide and validate a risk score for occult cancer in patients with VTE.
METHODS:
We designed a nested case-control study in a cohort of patients with VTE included in the RIETE (Registro Informatizado Enfermedad TromboEmbólica) registry from 2001 to 2014. Cases included cancer detected beyond the first 30 days and up to 24 months after VTE. Control subjects were defined as patients with VTE with no cancer in the same period.
RESULTS:
Of 5,863 eligible patients, 444 (7.6%; 95% CI, 6.8%-8.2%) were diagnosed with occult cancer. On multivariable analysis, variables selected were male sex, age > 70 years, chronic lung disease, anemia, elevated platelet count, prior VTE, and recent surgery. We built a risk score assigning points to each variable. Internal validity was confirmed using bootstrap analysis. The proportion of patients with cancer who scored ≤ 2 points was 5.8% (241 of 4,150) and that proportion in those who scored ≥ 3 points was 12% (203 of 1,713). We also identified scores divided by sex and age subgroups.
CONCLUSIONS:
This is the first risk score that has identified patients with VTE who are at increased risk for occult cancer. Our score needs to be externally validated.
COMENTARIOS (Revisor Dr. Carlos Vilariño)
Es conocida la asociación entre cáncer y enfermedad trombo-embolica venosa (ETV). Sin embargo, no existen evidencias que avalen la realización de estudios de screening de neoplasias ocultas en pacientes que se diagnostican de ETV.
El presente estudio está basado en el registro observacional RIETE de pacientes con ETV en el que participan varios países europeos, así como Israel, Canadá y Ecuador. De 5.863 casos de ETV entre 2001 y 2014, 444 se diagnosticaron de algún cáncer en el seguimiento a 2 años (7,6%). Esta proporción es similar a la mayoría de los datos publicados en la literatura. Se identificaron los factores de riesgo para la aparición de neoplasias y se desarrolló una escala de riesgo de neoplasia oculta, que se sometió a validación interna. Además, se identificaron las localizaciones más habituales de estas neoplasias en función del sexo, lo que permitiría dirigir las exploraciones en los pacientes de mayor riesgo de tumores ocultos.
El trabajo presenta algunas limitaciones: basado en un registro (no prospectivo), pendiente de validación externa,… Además, no consigue una estratificación de riesgo óptima, ya que la probabilidad de neoplasia entre los pacientes de alto riesgo es del 12% y entre los de bajo riesgo es del 5,8%. Sería discutible que esta diferencia justificase la realización de más estudios, algunos no exentos de riesgo. Tampoco demuestra que el detectar las neoplasias ocultas mejore el pronóstico de los pacientes.